¡Rrrreverenda película!
Rrreverendamente atrapante, rrreverendamente intensa, rreverendamente oscura y rrreverendamente argentina, pero superándose constantemente.
Disculpen si abuso del término "reverendo", tan argentinizado y tan abusado en el lenguaje empleado por el reparto de Juan José Campanella, que en este nuevo opus estuvo a la altura de -- a mí gusto -- su gran obra, El hijo de la novia. Muchos dicen que esta película es extraña para lo que tenemos acostumbrado en el contexto cinematográfico argentino, tan basureado y tan bajo en contenido últimamente, pero la verdad es que en cuanto a diálogo es más de lo mismo, abusando del costumbrismo-porteño pero siguiendo una línea poco habitual en este hemisferio.
Y eso es lo único malo que le encontré a este espectacular policial negro con tintes de thriller hollywoodense (como se nota la evolución de Campanella después de su época en Estados Unidos). La película nos lleva a pasear por el tiempo, dejándonos un rato en el presente que corre indiferente y luego en aquellos turbios años setenta que tanto marcaron la forma de ser de los que vivieron por esos días de dictadura y "machismo judicial", como bien se siente sufrido por el personaje de Irene (firme y segura en su papel, Soledad Villamil). La dupla de este personaje con el interpretado por el señor cine argento, Ricardo Darín (sobresaliente, como siempre), es uno de los matices más interesantes del filme, por su roce con el romanticismo.
El jubilado de la justicia y devenido en novelista, Benjamín Espósito (Darín), se encuentra en un punto de su vida en que "no le gusta lo que ve al verse", por lo que decide reconstruir uno de los casos más inquietantes para su seccional, en el cual el amor, la violencia (demasiado gráfica, llegando a la pornografía y el morbo made in USA independiente, e incluso superándola), y la intriga son los componentes centrales. La vida del viudo de una hermosa joven brutalmente violada y asesinada, la de un perito mercantil atrapado entre folios y archivos que no le dejan participar en "una justicia" (una de las mejores frases que salen de la seductora boca de Villamil) junto con su alcohólico compañero de oficina y amigo, y la de una fiscal cuyo matrimonio es un sueño que pudo no serlo, se cruzan de una manera impactante para dar como producto El secreto de sus ojos.
La historia atrapa, conforma, y sorprende (el giro que da en los últimos veinte minutos es digno de pararse y aplaudir a los guionistas, Campanella y el autor de la novela La pregunta de sus ojos, Eduardo Sacheri). Pero sobre todo, demuestra que, después de toda la basura que nos vemos obligados a consumir, tanto televisiva como cinematográficamente en nuestro país, se puede seguir disfrutando de estas excepciones artísticas que tanta esperanza nos da.
En cuanto al guión, es muy correcta; la fotografía es excelente, de lo mejor que se vio en Argentina, e incluso creo que será un antes y un después para nuestro cine (la toma que se hace sobre el estadio Tomás A. Ducó del C.A. Huracán no tiene nada que envidiarle a una realización de Hollywood, principalmente por como logran encajar el timing y el plano secuencia); las actuaciones son todas soberbias, destacando la de Guillermo Francella como Pablo Sandoval -- cautivante, emotiva e hilarante como siempre --, y la de Pablo Rago como Morales, el viudo -- conmovedora e inquietante (sobre todo en el final).
Estos filmes son de los que te dejan pensando horas y horas después de haberlos visto, principalmente por como uno logra acompañar a los personajes con sus formas de ser (aquí hay que hacer una reverencia para Francella) e incluso meterse en su pellejo.
Es de lo mejor que he visto en material nacional en los últimos tres o cuatro años, pero me pareció que, si bien la trama así lo exigía, se pudo haber disminuído un poco el grado de morbo-porno. Darín no se come la película, algo que de haber pasado me hubiese resultado cansador, ya que es algo habitual por su exquisito talento para la actuación, sino que se encuentra rodeado por un grupo de actores de primera categoría a los que el proyecto les calzó perfecto. En cuanto a dicho protagonista, está a la altura de sus papeles en El Aura y El hijo de la novia. Aquí, en calidad de actuación, el premio gordo hay que dárselo al Guillote (Dios! que raro es verlo sin bigote!), que demostró que sus papeles en los bodriazos Papá se volvió Loco o Papá es un ídolo fueron un desperdicio de talento y categoría.
No le doy la nota máxima porque en este género, y principalmente en este país, hay un coloso al que hay que superar para poder convertirse en obra maestra. Y esa impronta la sigue llevando Nueve Reinas.
Disculpen si abuso del término "reverendo", tan argentinizado y tan abusado en el lenguaje empleado por el reparto de Juan José Campanella, que en este nuevo opus estuvo a la altura de -- a mí gusto -- su gran obra, El hijo de la novia. Muchos dicen que esta película es extraña para lo que tenemos acostumbrado en el contexto cinematográfico argentino, tan basureado y tan bajo en contenido últimamente, pero la verdad es que en cuanto a diálogo es más de lo mismo, abusando del costumbrismo-porteño pero siguiendo una línea poco habitual en este hemisferio.
Y eso es lo único malo que le encontré a este espectacular policial negro con tintes de thriller hollywoodense (como se nota la evolución de Campanella después de su época en Estados Unidos). La película nos lleva a pasear por el tiempo, dejándonos un rato en el presente que corre indiferente y luego en aquellos turbios años setenta que tanto marcaron la forma de ser de los que vivieron por esos días de dictadura y "machismo judicial", como bien se siente sufrido por el personaje de Irene (firme y segura en su papel, Soledad Villamil). La dupla de este personaje con el interpretado por el señor cine argento, Ricardo Darín (sobresaliente, como siempre), es uno de los matices más interesantes del filme, por su roce con el romanticismo.
El jubilado de la justicia y devenido en novelista, Benjamín Espósito (Darín), se encuentra en un punto de su vida en que "no le gusta lo que ve al verse", por lo que decide reconstruir uno de los casos más inquietantes para su seccional, en el cual el amor, la violencia (demasiado gráfica, llegando a la pornografía y el morbo made in USA independiente, e incluso superándola), y la intriga son los componentes centrales. La vida del viudo de una hermosa joven brutalmente violada y asesinada, la de un perito mercantil atrapado entre folios y archivos que no le dejan participar en "una justicia" (una de las mejores frases que salen de la seductora boca de Villamil) junto con su alcohólico compañero de oficina y amigo, y la de una fiscal cuyo matrimonio es un sueño que pudo no serlo, se cruzan de una manera impactante para dar como producto El secreto de sus ojos.
La historia atrapa, conforma, y sorprende (el giro que da en los últimos veinte minutos es digno de pararse y aplaudir a los guionistas, Campanella y el autor de la novela La pregunta de sus ojos, Eduardo Sacheri). Pero sobre todo, demuestra que, después de toda la basura que nos vemos obligados a consumir, tanto televisiva como cinematográficamente en nuestro país, se puede seguir disfrutando de estas excepciones artísticas que tanta esperanza nos da.
En cuanto al guión, es muy correcta; la fotografía es excelente, de lo mejor que se vio en Argentina, e incluso creo que será un antes y un después para nuestro cine (la toma que se hace sobre el estadio Tomás A. Ducó del C.A. Huracán no tiene nada que envidiarle a una realización de Hollywood, principalmente por como logran encajar el timing y el plano secuencia); las actuaciones son todas soberbias, destacando la de Guillermo Francella como Pablo Sandoval -- cautivante, emotiva e hilarante como siempre --, y la de Pablo Rago como Morales, el viudo -- conmovedora e inquietante (sobre todo en el final).
Estos filmes son de los que te dejan pensando horas y horas después de haberlos visto, principalmente por como uno logra acompañar a los personajes con sus formas de ser (aquí hay que hacer una reverencia para Francella) e incluso meterse en su pellejo.
Es de lo mejor que he visto en material nacional en los últimos tres o cuatro años, pero me pareció que, si bien la trama así lo exigía, se pudo haber disminuído un poco el grado de morbo-porno. Darín no se come la película, algo que de haber pasado me hubiese resultado cansador, ya que es algo habitual por su exquisito talento para la actuación, sino que se encuentra rodeado por un grupo de actores de primera categoría a los que el proyecto les calzó perfecto. En cuanto a dicho protagonista, está a la altura de sus papeles en El Aura y El hijo de la novia. Aquí, en calidad de actuación, el premio gordo hay que dárselo al Guillote (Dios! que raro es verlo sin bigote!), que demostró que sus papeles en los bodriazos Papá se volvió Loco o Papá es un ídolo fueron un desperdicio de talento y categoría.
No le doy la nota máxima porque en este género, y principalmente en este país, hay un coloso al que hay que superar para poder convertirse en obra maestra. Y esa impronta la sigue llevando Nueve Reinas.
Calificación (del 1 al 10): 9,50
Editado el 08/03/2010
GANADORA DE 2 PREMIOS PALITOH:
- Mejor Montaje
- Mejor Película Non-Hollywood
Hola, pasando a saludar.
ResponderEliminarEsta cinta no esta ni en programación en mi pais, por desgracia.
Esperaré a que llegue al video, o alguien que la done a la humanidad con un respaldito digital...
Saludos.
HOLA PABLO.
ResponderEliminarOpino ocmo vos. Una de las mejores pelis argentinas de los últimos tiempos, sin lugar a dudas. Con una dirección exquisita de Campanella y un elenco excelente.
Debo confesar que no he visto ni siquiera Nueve Reinas, aún cuando me la han recomendado ya en un par de ocasiones. Lamentablemente el cine argentino (o el hispanoamericano en general) no tiene mucha difusión por acá en México. Algunas películas llegan a aparecer esporádicamente en cartelera, pero se exhiben en pocas salas y solo durante unos cuantos días. Ahora ya tengo una película más que cazar si es que alguna distribuidora decide traerla. De las otras películas que mencionas, he visto en DVD El Aura y El Hijo de la Novia, ¿qué tal son?
ResponderEliminarSolo hago que ir de blog en blog y leer lindeces de esta peli!!!! Qué ganas de verla!!!! Gran crítica,
ResponderEliminarFelicidades por el blog. No lo conocía y pienso repetir. Saludos!
http://cachecine.blogspot.com
A mi entender el guión tiene un error al no haber contextualizado toda la historia como un policial negro, en lugar de cerrarla como una historia romántica. ¿La razón?: el personaje de Darin se "ensucia" las manos varias veces durante la trama (puede apraecer justificado o no, pero la cuestión es que se las ensucia) como en ese subgenero, emparentandose mas con un antiheroe que con un heroe. El final parece algo forzado, como si el caracter depresivo que adquiere la definiciónd e justicia tuviera que compensarse con la "fuerza del amor".
ResponderEliminarDe todas maneras, esto no quita el mérito al que resulta, hasta el momento, el acontecimiento cinematográfico del año a nivel comercial y por calidad. (Las viudas de los jueves es mucho más desprolija)
Saludos, buena crítica!
Muy de acuerdo con tu crítica... aunque yo doy tu nota como un 10, ya que no confío en los centésimos (hece mucho que dejé de usarlos en mis própias críticas, jejeje)... Una peli es un 9 o un 10, pero no un 9,50 o 25 o 75 jejeje ;-) Va con la mejor onda, no te enojes! =)
ResponderEliminarMuy buena crítica!
Saludos!! Ah, pasate por mi blog para leer mi crítica de "Los Abrazos Rotos"... Bye!
No me caaanso de decir que una película con tanta tensión merecía, sin dudas, un final más a la altura de las circunstancias.
ResponderEliminarNo deja de ser buena, pero salí con un dejo de decepción del cine. De todos modos es muy recomendable.
Me extrañaría no verla nominada al oscar, tiene todo lo que la academia busca en una pelicula.
Una semana para su estreno en España...tengo muchas ganas de ver que me traen este tremendo dúo de actor y director
ResponderEliminarREcién hoy pude verla y la verdad me gustó mil veces más que nueve reinas, qué va ser. Tiene una factura ambiental que jamás había visto, ni aun en Adventurland que la alabé en ese aspecto!. Realmente la década del ´70 con todos sus detalles desde la vestimenta a las fotos compuestas pegadas en la pared... maravillosa. El final me pareció de lujo, jugado y realista al lado de la huevada de la "el bien siempre triunfa" a la que nos acostumbra Hollywood.
ResponderEliminarHola Pablo! Entro a tu estupendo blog y me encuentro con ésta crítica, con la que estoy muy de acuerdo, y que, como parece ser que pasa bastante, coindidimos casi milimétricamente. Pasate por mi blog más a menudo!!.
ResponderEliminarSaludos desde España.
Esta es una pelicula extraordinaria. Su guión está muy bien construido, lleno de detales que nos vende muy bien a los personajes y las actuaciones son sobrias, creibles y uno como espectador siente empatia con ellos. La fotografia sencilla pero hermosa, la mano del director en la puesta en escena define a un hombre con mucho talento como es Campanella. Sin duda, sin pecar de exagerado, lo mejor que me he visto en mucho tiempo del cine internacional. Sí, del cine internacional, porque nada tiene que enviadiarle a ninguna película, gringa o europea.
ResponderEliminarQue bueno ver que opinemos tan parecido. Hace tiempo hice una crítica de esta película muy similar a la tuya. Te agrego a mis blogs preferidos. Suerte, colega de Comunicación Social.
ResponderEliminarLa acabo de ver y me pareció REVERENDA pelicula!!! Puedes pasar a ver mi critica!
ResponderEliminarTe espero! Excelente lo que has expuesto aqui!
Abrazos!!!