Mi documental "A Fanatic By Choice"

sábado, 24 de julio de 2010

Kick-Ass


Título: Kick-Ass
Director
: Matthew Vaughn
Guión: Jane Goldman, Matthew Vaughn, Mark Millar (cómic) y John Romita Jr. (cómic)
Género
: Acción, Crimen, Thriller, Comedia
Duración
: 117 minutos
Orígen
: Reino Unido, Estados Unidos
Año
: 2010
Reparto
: Aaron Johnson, Christopher Mintz-Plasse, Chloë Grace Moretz, Mark Strong, Nicolas Cage y Lindsy Fonseca


El muchacho cool que quería saltar...

Antes de empezar a ver la peli, y sin tener cuenta de la existencia del cómic, uno espera otra de las tantas parodias a superhéroes con el que el cine de Hollywood de los últimos 10 años nos ha sabido empachar. Sin embargo, pasados los veinte minutos de metraje, uno descubre que, contra todos los pronósticos y a pesar del típico humor teenager simplista, la cosa va en serio... y es ahí cuando comienzan las confusiones.

Uno no sabe qué es peor en Kick-Ass (2010), si ver a Nicolas Cage disfrazado de vigilante a lo Batman o caer en la cuenta de que se despilfarró tanta calidad técnica para terminar conformando a la masa sobre la marcha (las diferencias con la historia 'orignial' son inmensas). Porque, 1) la dirección es excelente, los efectos especiales también, y las actuaciones puede que también, 2) se nota un claro decaimiento en el argumento una vez que se pasa de la hora de duración, y 3) habrá secuelas... no, me refiero a que habrá una segunda parte... pensaron que me refería a... no, ya es tarde para eso.

Este film dirigido por el adicto a los superhéoes Matthew Vaughn despertó sentimientos encontrados en este servidor, ya que de momentos uno la pasa muy bien con toda la acción que brinda la cinta y por otros quiere acabar como el personaje que aparece al comienzo. Es así, bien ambiguo: pasa del buen gusto en los gags a ser terriblemente estúpida, y de lo creible de la construcción de los personajes a una atroz inverosimilitud que la termina manchando más de lo que parece. No hay que engañarse. Kick-Ass tiene pasta de film cool, bien tarantinezco y con el intento (fallido) de recurrir al estilo de Greg Mottola para que los espectadores se sientan más identificados, pero termina quedando en el camino por culpa de un guión flojito que quizás hubiese sido mejor de no tomarse tan en serio como unidad independiente...

Los freaks enmascarados que empiezan lentamente a levantarse como auténticos superhéroes van minando la pantalla para terminar haciendo a uno pensar "¿esta es la tan buena película qué me recomendó fulano? Me dijo que era re original y que te hacía morir de la risa... ¿me habré equivocado?", mientras ves disparos, mucha sangre y una sutil (por qué no habríamos de reconocerlo) inclinación por el bizarre o el gore para describir ciertas escenas.

Párrafo aparte se merecen los personajes. Tenemos a Hit-Girl, que ya pasará a ser de culto, para muchos, con una grandiosa actuación de la prometedora Chloë Moretz; a McLovin... perdón... a Christopher Mintz-Plasse, siguiéndole los pasos en calidad actoral; a la preciosa Lindsy Fonseca robándose la cámara con ese par de ojos impresionantes; Cage haciendo el ridículo; y por último, el protagonista, Aaron Johnson, que empieza bien, hasta que le agarra el huracán "cursi" del guión y se termina queriendo parecer a Daniel Radcliffe y todo se va al muere total.

Para ir cerrando, cabe mencionar que la película tiene su mérito por construir su propio eje narrativo a base de hechos exclusivamente del guión, sin intentar inmiscuirse en fanfarronerías políticas como sí hicieron otras parodias autodeclaradas como verdaderas parodias. Porque, si uno deja de lado el absurdo final, Kick-Ass no es más que una parodia malograda que sobre la marcha cayó en la cuenta de que podía valerse por sí misma, armar una historia propia, y -quién te dice que no- hasta quizás tener su propia legión de admiradores que irán por las calles disfrazados como superhéroe y terminar como el de la escena de la emboscada con la limusina en el callejón.


viernes, 16 de julio de 2010

Toy Story 3

Título: Toy Story 3
Director: Lee Unkrich
Guión: John Lasseter, Andrew Stanton, Lee Unkrich y Michael Arndt
Género: Animación, Comedia, Aventura, Fantasía, Familiar
Duración: 103 minutos
Origen: Estados Unidos
Año: 2010
Reparto: Tom Hanks (voz), Tim Allen (voz), Joan Cusack (voz), Ned Beatty (voz), Don Rickles (voz), Michael Keaton (voz), etc


Nuestra gran amistad, el tiempo no borrará

Me considero a partir de ahora autor absoluto de una subjetividad plenamente ligada a una infancia vivida en paralelo a esta hermosa historia. Mis juguetes eran de Toy Story, mis aventuras también, y así sucesivamente. Podría hablarles durante muchos párrafos lo que significó esta saga de Pixar (ama absoluta de la animación, no importa quien se niegue a esta verdad irrefutable) para mí, pero ese no es el caso. Así que, ya advertidos y a sabiendas de cuál será la nota de esta peli, consigno la reseña.

Difícilmente se pueda encontrar algo malo a ésta, quizás la mejor obra de la factoría Pixar en cuanto a un todo divertido. Mientras Toy Story (1995) mostraba más seriedad y Toy Story 2 (1999) una leve inclinación al divertimento por divertimento mismo sin ningún tipo de enseñanza que avale lo sucedido, Toy Story 3 se consagra como la fusión de ambas fórmulas, dejando bien en claro que el drama es un factor clave para el desenlace de la historia, y afianzando la idea del final... triste, triste final. Pero no teman, no hacen la gran Disney, y me tomo el atrevimiento de contarles que no muere nadie: los juguetes ¡no pueden volar! ni tampoco morir, así que ¿cuál es su única finalidad? Jugar y ayudar a la diversión.

Sobre esta última premisa pende la duda existencial de Buddy, Buzz, Sr. Cara de Papa, Ham, y el resto del ahora reducido grupo de juguetes de Andy, que ya es un adolescente próximo a ingresar a la Universidad. Por esto, el joven deberá pasar por uno de los momentos más duros en la vida de un hombre: dejar su niñez, es decir, sus juguetes, para convertirse en un adulto. Mientras tanto, mediante una serie de hechos muy hilarantes y entretenidos, los protagonistas de plástico se debaten entre ser usados o ser fieles a su dueño, en un ida y vuelta que los deja varados en una guardería, infierno y paraíso.

Sinceramente, está demás hablarles de calidad de animación, argumento fabuloso, construcción de personajes, y demás matices, porque se trata de Pixar. Y, a menos que hablemos de The Incredibles (2004) o Cars (2006), todos sabemos lo que implica mencionar a Pixar a la hora de referirse a un título animado. Lo que importa en esta tercera y última entrega de la historia de los juguetes que cobran vida es lo que transmite, lo que hace sentir. Y si bien a muchos en edades neutrales les será indiferente el desarrollo de la película, a nadie le puede resultar pasajero el hecho de recordar el momento en que tocó crecer.
Y esta cinta, amigos, duele como crecer.

El film lo vale todo. La calidad del relato, la madurez en la producción (esa escena apocalíptica en el basural es glo-rio-sa), la responsabilidad en el mensaje, la capacidad de llegar a un verdadero público en general, y un nuevo episodio después de tanto tiempo es lo que más se agradece de Toy Story 3. Y del final, mejor ni hablemos... pura lágrima.

Por mi parte, me queda agradecer a los juguetes por tantos años de alegría y emoción. Les parecerá cursi, pero realmente me despedí de mi infancia lejana con esta película. Desgarradora pero muy cómica a la vez. ¿Cuántos largometrajes pueden hacer eso hoy en día?

A single man

Título: A single man
Director: Tom Ford
Guión: Tom Ford, David Scearce y Christopher Isherwood (novela)
Género: Drama
Duración: 99 minutos
Origen: Estados Unidos
Año: 2009
Reparto: Colin Firth, Julianne Moore, Nicholas Hoult, Matthew Goode y Jon Kortajarena


Los colores del ocaso

No vamos a hacer hincapié en la transición del prestigioso diseñador de moda, Tom Ford, a director de cine, pero sí vamos a consignar lo desilusionante que fue para este servidor el toparse con una de las grandes cuentas pendientes del 2009.

Ok, fallamos en obviar esta película en la selección oficial de lo mejor del año pasado, pero tampoco le erramos tan feo. Quizás su excelente fotografía (que aún así no está a la altura de otras que valoramos desde aquí) merecía una mención aparte, o la monumental caracterización de Colin Firth. Pero el guión y la película en sí -un dramón tedioso sobre las últimas horas de vida de un hombre que se autorecluye de la sociedad por ser un viudo homosexual (¿?)- deja muchísimo que desear a la hora de poner en la balanza lo que nos deja esta obra.

Para empezar, nos quedamos en la injusta pero (por qué no) importante valoración del diseño: encontramos un apartado técnico excelente, pulcro, ubicado y bien trabajado en cuanto a la ambientación (al parecer, la historia se centra en los '60), un diseño de vestuario muy bueno, musicalización bellísima y, lo mejor, la fotografía.
Ésta última merece un punto aparte, ya que el trabajo psicológico que encabezó Eduard Grau no se puede dejar pasar por esa curiosa forma de transmitirnos las emociones de George (Fith) cuando éste recurre al lagrimón o al flashback explícito. O cuando recibe una bofetada abstracta de su amiga (llamativa participación de Julianne Moore, pero que dejó indiferentes a muchos), en la única escena rescatable de la película, en la cual el protagonista se reúne con su compañera/amante/exnovia para eructar todas las emociones y reacciones de su ser.

La construcción de los personajes desborda lo obvio. La pareja difunta, que provoca que seamos participes del duelo eterno, el chiquilín drogón que quiere ser como el referente de sus ideales, la amiga que quiere "convertir" a su amigo, los padres ausentes, y esa importante aparición de un tal Carlos, un hispano que -a pesar de estar bien actuado- embrutece aún más la estética de un tema desaprovechado por Ford en una escena que tiene como único elemento querible los colores del cielo moribundo (paralelismo con el personaje principal). El resto, frases hechas y mucho drama con violines...

A single man (2009) puede ser una propuesta amada u odiada. Acá no hay términos medios. Y disculpen lo categórico que puede ser este artículo, pero la opción dos es la que más se adecua para definir a una cinta que se la pasa más intentando ponerle el color ideal a una historia acartonada, tediosa y melodramática, que aprovechar la profundidad que logra concebir un reparto que se tomó más en serio de lo debido este luto de no más de una hora y media.

Carancho


Título: Carancho
Director: Pablo Trapero
Guión: Alejandro Fadel, Martin Mauregui, Santiago Mitre y Pablo Trapero
Género: Drama, Crimen, Romance, Thriller
Duración: 107 minutos
Origen: Argentina
Año: 2010
Reparto: Ricardo Darín, Martina Gusman, Carlos Weber, José Luis Arias, etc.


La intimidad del infierno

Resulta curiosa la relación que se terminó gestando entre director y actriz, más allá de que fuera del set estos lleven una vida matrimonial casi normal. Es que Pablo Trapero volvió a elegir a Martina Gusman para un protagónico, como lo hizo en Leonera (2008), sólo que ésta vez la puso al lado de un peso pesado (campeón incontables veces) como Ricardo Darín. ¿Y la fórmula funciona? Oh, sí.

La historia que nos deja perplejos en Carancho (2010) es impresionante. Todo el entramado de corrupciones y mentiras que envuelven el negocio de las aseguradoras en un país cada día más oscuro hacen que todo el amorío sexual entre la enfermera y el abogado esté en un puesto muy relegado, aunque no dejan de ser interesantes esas miradas que Sosa (Darín) logra sacarle a la introvertida Luján (Gusman) entre tanta desesperación laboral.

Pero lo curioso no es este trío profesional tan fructífero. No, lo curioso es que una nueva historia de "qué-país-de-mierda-es-éste-en-el-que-vivimos" funcione tan a la perfección gracias a una dirección majestuosa por parte del innovador e intrépido Trapero, que hace de su cámara un protagonista más (mejor dicho, nos hace con su cámara un protagonista más) para seguir bien bien de cerca este infierno por el que transcurren diariamente los dos personajes principales de esta espectacular obra.

La parquedad del relato, los primeros planos a Gusman y Sosa (durante una secuencia de acción hasta una escena "íntima"), los efectos especiales, el maquillaje, la poca musicalización (gran acierto) y una sorpresivamente buena fotografía hacen de Carancho una película más que recomendable, ya apuntada como lo mejor que ha dado la cartelera del 2010.
Crudeza, realismo, violencia, amor, tensión, suspenso, drama, sangre, desnudos, ¡disparos!, y un ritmo inalterable desde las actuaciones hasta el guión -algo tan propio de Trapero- no nos pueden dejar indiferentes.

Lo que vale toda la entrada, literal y figurativamente, es el plano secuencia final... estremecedor. Ni la mejor película de terror en mucho tiempo me hizo saltar como salté en el desenlace del film, un poquito 'hollywoodizado', pero aceptable. Nuevamente, también, se agradece la obviedad en las elipsis, ya que si hay algo que uno aprende al ver el "nuevo cine argentino" es que resulta ser que había una vez un cine que con la imágen nos hacía entender lo que más de mil palabras no pueden explicar. Nuevamente, gracias Trapero.


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