Título: The Hangover Part III
Dirección: Todd Phillips
Guión: Todd Phillips, Craig Mazin, Jon Lucas, Scott Moore
Género: Comedia
Duración: 100 minutos
Orígen: Estados Unidos
Año: 2013Reparto: Bradley Cooper, Ed Helms, Zach Galifianakis, Ken Jeong y John Goodman
Sobrios, pero aún re-sacados
Texto originalmente publicado en La Mirada Indiscreta
La Manada compuesta por Bradley Cooper, Zack Galifianakis y Ed Helms
vuelve al ruedo por última vez para una película en la que no hay
resaca, pero sí mucho descontrol, como en las anteriores dos entregas de
esta trilogía dirigida por Todd Phillips. Nuevos personajes y un tono
mucho más sombrío son los elementos más llamativos de un cierre a la
altura del universo desmesurado que logró el maestro de las road movies.
En esta ocasión no hay fiesta, no hay casamiento, ni alcohol, sino un
simple disparador emocional y psicológico en uno de los personajes, que
empieza a desencadenar una serie de hechos bastante salidos de control,
que no le escapan a las secuencias de acción y a un cine arriesgado
desde la puesta en escena. Esta vez ya no importa el desempeño actoral,
clave en el éxito de la primera parte, sino más lo que ocurre y lo que
los altera. Los personajes son funcionales a una narrativa muy fluida,
que va tomando color a medida que las cosas se ponen peores. En
definitiva, una más de ¿Qué pasó ayer? como bien sabe hacerla Phillips y su “manada”.
Lo curioso es como esta vez no se centra todo en la comedia, sino más
bien en lograr un clima y escaparle al género. Los elementos de un
policial, acción, suspenso y obviamente todo lo que se necesita para una
road movie, terminan siendo mucho más gigantescos que los gags, que son
puestos a cuentagotas, con una sutileza ya característica de la casa. Y
es sólo en estos tramos en que importa el arrollador trabajo que hace
Galifianakis con su ya mítico personaje. Su inestabilidad emocional y su
facilidad para tirarse a lo grotesco funciona a la perfección cuando se
pone a dúo con el excéntrico Ken Jeong, el factor extremo que esta vez
marca el tempo de la trama como nunca lo había hecho.
Y es ahí cuando todos los detractores de esta trilogía (los amargos
que se toman demasiado en serio una serie de películas que ni siquiera
lo intentan) deben callarse y apreciar la evolución que logró Phillips
con el personaje de Mr. Chow. De villano en la primera, a ladronzuelo
chistoso en la segunda, a criminal protagonista, todo coronado con la
escena inicial del filme, la mejor forma de introducir la importancia
que tendrá en esta última entrega.
A pesar de ciertos momentos de inverosimilitud ya vistos en la
segunda, y algún dejo de nostalgia que se sale un poco de la propuesta
jocosa, ¿Qué pasó ayer? Parte III tiene mucha risa
garantizada para el espectador, y nuevamente no busca la grandeza. Se
sabe poco solemne, aunque juegue un poco con eso, y mantiene el tono que
la hizo memorable. No es mejor que la primera parte, pero sí se pone en
un lugar privilegiado de la filmografía de Todd Phillips, para
reafirmar su condición de director que sabe lo que quiere, sabe lo que
hace, y cuenta historias con la simpleza y categoría necesarias para
brindarnos un momento sumamente disfrutable.
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