Dirección: Ezequiel Acuña
Guión: Ezequiel Acuña, Alberto Rojas Apel, Matías Castelli
Género: Comedia, Drama
Duración: 80 minutos
Orígen: Argentina
Año: 2010Reparto: Alberto Rojas Apel, Matías Castelli, Martín Piroyansky, Martina Juncadella, etc.
Matices de la amistad
El cine argentino tuvo un gran 2010. Excursiones, a pesar de su corta pasada por la cartelera (en el Malba, a principios de año), aún así parece haber sido la propuesta más refrescante de todas. Y eso que este año Trapero, Caetano, Burman y Piñeyro hicieron sus nuevas incursiones.
Antes que nada, debo hacer la salvedad al mencionar que tuve el honor de recibir como obsequio esta obra, en manos del propio Ezequiel Acuña, quien compartió unas bonitas clases en la Escuela de la revista El Amante. Tenía muchas ganas de verla, pero en la ciudad que vivo nunca llegaría, ni siquiera en formato dvd. Tuve suerte al encontrarme con su director, y ahí poder disfrutarla.
Cuesta encontrarle errores a Excursiones (2010), justa ganadora de Mejor Película Argentina en los Fipresci Argentina 2010. De hecho, creo que sólo le encontré uno, de continuidad, hacia el final de la trama (Castelli señala hacia la derecha y en el plano siguiente está haciéndolo hacia la izquierda). Más allá de eso, es una delicia cinematográfica.
El encuentro de dos amigos, luego de mucho tiempo, y en ocasiones fortuitas, traza una historia bellísima, sobre el amor en tiempos de prejuicios. Porque la ambigüedad de la relación de Marcos (Matías Castelli, co-guionista con Apel y Acuña) y Martín (Rojas Apel, en una cátedra de actuación) puede despertar inquietudes, pero eso es lo mágico. En esos matices tan significativos -el contrapunto y escape al cliché con la decisión estética de que los recuerdos (la escena final) sean en color y el presente en blanco y negro son, además de ingeniosos, hasta emotivos- se maneja una trama que paseará por el costumbrismo, pero no sin antes hacer varias paradas por la comedia y el drama. Ambos extremos, como opuestos que se atraen, colisionan en destellos de cine puro, de ese que no se ve todos los días.
Lo curioso de Excursiones es que es un guión adaptado de Rocío, un corto que Acuña dirigió en 1998, y en el habían dos amigos que convivían en su etapa entrada en la adultez: ellos eran Martín y Marcos. Respetando la cronología de una manera asombrosa e inteligente, Excursiones se plantea como un "después de...", permitiéndose el lujo de tener material de archivo para auténticos flashbacks en los cuales tendremos a los actores realmente más jóvenes, diez años antes. Si a eso le sumamos el estilo ya característico de Acuña, con su veta musical puesta al servicio de intervalos videocliperos muy narrativos y descriptivos de lo que se quiere mostrar, tenemos algo imperdible, impagable.
La magia que circula por cada cuadro de esta película es indescriptible. Porque Acuña filma con todo bien medido, bien pensado. Y también se da permisos de improvisación (hay escenas, como una en que ambos protagonistas buscan la casa de un director de teatro, en que los actores inventaron los parlamentos al momento del rodaje) en momentos de mera transición. Detallismo, rigor y buen gusto. Eso es Excursiones. Un retrato de una amistad, y no la amistad, como imposición de una forma de vida. No, no hay otra amistad como la de Marcos y Martín, así como no hay ni va a haber otra película como Excursiones. Ni siquiera Rocío.
Antes que nada, debo hacer la salvedad al mencionar que tuve el honor de recibir como obsequio esta obra, en manos del propio Ezequiel Acuña, quien compartió unas bonitas clases en la Escuela de la revista El Amante. Tenía muchas ganas de verla, pero en la ciudad que vivo nunca llegaría, ni siquiera en formato dvd. Tuve suerte al encontrarme con su director, y ahí poder disfrutarla.
Cuesta encontrarle errores a Excursiones (2010), justa ganadora de Mejor Película Argentina en los Fipresci Argentina 2010. De hecho, creo que sólo le encontré uno, de continuidad, hacia el final de la trama (Castelli señala hacia la derecha y en el plano siguiente está haciéndolo hacia la izquierda). Más allá de eso, es una delicia cinematográfica.
El encuentro de dos amigos, luego de mucho tiempo, y en ocasiones fortuitas, traza una historia bellísima, sobre el amor en tiempos de prejuicios. Porque la ambigüedad de la relación de Marcos (Matías Castelli, co-guionista con Apel y Acuña) y Martín (Rojas Apel, en una cátedra de actuación) puede despertar inquietudes, pero eso es lo mágico. En esos matices tan significativos -el contrapunto y escape al cliché con la decisión estética de que los recuerdos (la escena final) sean en color y el presente en blanco y negro son, además de ingeniosos, hasta emotivos- se maneja una trama que paseará por el costumbrismo, pero no sin antes hacer varias paradas por la comedia y el drama. Ambos extremos, como opuestos que se atraen, colisionan en destellos de cine puro, de ese que no se ve todos los días.
Lo curioso de Excursiones es que es un guión adaptado de Rocío, un corto que Acuña dirigió en 1998, y en el habían dos amigos que convivían en su etapa entrada en la adultez: ellos eran Martín y Marcos. Respetando la cronología de una manera asombrosa e inteligente, Excursiones se plantea como un "después de...", permitiéndose el lujo de tener material de archivo para auténticos flashbacks en los cuales tendremos a los actores realmente más jóvenes, diez años antes. Si a eso le sumamos el estilo ya característico de Acuña, con su veta musical puesta al servicio de intervalos videocliperos muy narrativos y descriptivos de lo que se quiere mostrar, tenemos algo imperdible, impagable.
La magia que circula por cada cuadro de esta película es indescriptible. Porque Acuña filma con todo bien medido, bien pensado. Y también se da permisos de improvisación (hay escenas, como una en que ambos protagonistas buscan la casa de un director de teatro, en que los actores inventaron los parlamentos al momento del rodaje) en momentos de mera transición. Detallismo, rigor y buen gusto. Eso es Excursiones. Un retrato de una amistad, y no la amistad, como imposición de una forma de vida. No, no hay otra amistad como la de Marcos y Martín, así como no hay ni va a haber otra película como Excursiones. Ni siquiera Rocío.
Muy buena peli. Se le agradece al BAFICI el habérnosla legado con cierta anticipación.
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