Edge of darkness no sólo marca el regreso de Mel Gibson a la actuación luego de siete años. También es una película con una rítmica acojonante, guiños al cine noir y de clase B, construcciones actorales muy bien preparadas y, sobre todo, una tesis sobre lo que sucede en las sombras, mientras el mundo transcurre y las personas tratan de cambiar el mundo; lo que es y no es.
Pocas veces un film de estas características tiene tan bien puesto el nombre. Al filo de la oscuridad es una clara alusión al actuar de los mal nombrados "malos y buenos" en medio de un campo de juego ambientado para una guerra de negociaciones, chantajes, 'limpiezas', violencia y mucha corrupción. Así es como de manera muy bien anticipada nos vamos abriendo camino en la vida de Thomas Craven (Gibson, que se come la película con su impresionante actuación), un detective de Boston que se encuentra atrapado en el caso del confuso asesinato de su hija, quien antes de su partida deja toda una vida secreta a disposición del protagonista para que éste llegue al foco de la cuestión y todos quedemos con la boca abierta.
Durante el correr del metraje, nos vamos enriqueciendo de información con un in crescendo de la trama que deja espectante a cada momento. Es así que gracias a los diversos recursos de narración nos vamos familiarizando cada vez más con cada uno de los personajes (o entes) de la película.
La historia está basada en una serie británica de los años '80 por los guionistas William Monaham y Andrew Bovell. Estos arman unas líneas de diálogo excelentes para ayudar al pulso narrativo setentoso que caracteriza a esta cinta dirigida correctamente por Martin Cambell. Nos quedarán muchas frases hechas pero bien contextualizadas para entender la esencia del film, como "todo es ilegal en Massachusets", "no sé lo que es perder un hijo per sí lo que es no tener uno" (dicho por Jedburgh, un gran papel de Ray Winston), y finalmente la más gloriosa, salida de la boca de un intrigante Jay O. Sanders: "no se trata de lo que sea, sino de lo que ellos hagan que parezca".
El resto se debate entre la resolución del caso y un par de subtramas más que interesantes que enaltecen la profundidad dramática del producto.
El director de este film fue quien tuvo la oportunidad de dirigir el reinicio de la saga de James Bond, Casino Royale, así que era el más indicado en lo que a acción se refiere. Y lo logró con creces: Edge of darkness tiene unos sobresaltos tramposos pero muy efectivos para que el espectador se quede sentado viéndola hasta el final. Esa es una tarea difícil de lograr hoy en día, más para este tipo de films, que siempre terminan quedando en el olvido por culpa de la impaciencia de los loquitos de la pirotecnia que la difaman antes de verla como el policial negro que es.
A los seguidores de Gibson les encantará este combo de drama, acción, thriller y cine de clase B para pasar un buen rato. Sus defectos podrían bien ser un tono muy pasivo en cuanto al desenlace, pero más allá de eso es un disfrute asegurado. No se la recomiendo a los de estómago débil ni a los que después salen impresionados por ver hemoglobina. Este no es un policial más: aquí van a ver disparos en el ojo, tripas en el suelo, escopetazos, y mucha sangre. Bien Mel Gibson, o como le dicen por ahí, Gibsonísima.
Pocas veces un film de estas características tiene tan bien puesto el nombre. Al filo de la oscuridad es una clara alusión al actuar de los mal nombrados "malos y buenos" en medio de un campo de juego ambientado para una guerra de negociaciones, chantajes, 'limpiezas', violencia y mucha corrupción. Así es como de manera muy bien anticipada nos vamos abriendo camino en la vida de Thomas Craven (Gibson, que se come la película con su impresionante actuación), un detective de Boston que se encuentra atrapado en el caso del confuso asesinato de su hija, quien antes de su partida deja toda una vida secreta a disposición del protagonista para que éste llegue al foco de la cuestión y todos quedemos con la boca abierta.
Durante el correr del metraje, nos vamos enriqueciendo de información con un in crescendo de la trama que deja espectante a cada momento. Es así que gracias a los diversos recursos de narración nos vamos familiarizando cada vez más con cada uno de los personajes (o entes) de la película.
La historia está basada en una serie británica de los años '80 por los guionistas William Monaham y Andrew Bovell. Estos arman unas líneas de diálogo excelentes para ayudar al pulso narrativo setentoso que caracteriza a esta cinta dirigida correctamente por Martin Cambell. Nos quedarán muchas frases hechas pero bien contextualizadas para entender la esencia del film, como "todo es ilegal en Massachusets", "no sé lo que es perder un hijo per sí lo que es no tener uno" (dicho por Jedburgh, un gran papel de Ray Winston), y finalmente la más gloriosa, salida de la boca de un intrigante Jay O. Sanders: "no se trata de lo que sea, sino de lo que ellos hagan que parezca".
El resto se debate entre la resolución del caso y un par de subtramas más que interesantes que enaltecen la profundidad dramática del producto.
El director de este film fue quien tuvo la oportunidad de dirigir el reinicio de la saga de James Bond, Casino Royale, así que era el más indicado en lo que a acción se refiere. Y lo logró con creces: Edge of darkness tiene unos sobresaltos tramposos pero muy efectivos para que el espectador se quede sentado viéndola hasta el final. Esa es una tarea difícil de lograr hoy en día, más para este tipo de films, que siempre terminan quedando en el olvido por culpa de la impaciencia de los loquitos de la pirotecnia que la difaman antes de verla como el policial negro que es.
A los seguidores de Gibson les encantará este combo de drama, acción, thriller y cine de clase B para pasar un buen rato. Sus defectos podrían bien ser un tono muy pasivo en cuanto al desenlace, pero más allá de eso es un disfrute asegurado. No se la recomiendo a los de estómago débil ni a los que después salen impresionados por ver hemoglobina. Este no es un policial más: aquí van a ver disparos en el ojo, tripas en el suelo, escopetazos, y mucha sangre. Bien Mel Gibson, o como le dicen por ahí, Gibsonísima.
la verdad ni ganas tenia de ver el film, pero tu critica me animo, a mi me gustan las cintas de accion como divertimento, prueba el año pasado con Taken que me gusto muchisimo y de un ritmo sorprendente, creo que esta de gibson la tendre muy en mente si no para verla en cine si para rentarla
ResponderEliminarA mi tambien me vendiste la pelicula.
ResponderEliminarCuando salio y vi la sinopsis y las primeras criticas de los diarios, que la daban como una pelicula promedio. Me desanlente y saque la idea de ir a verla al cine de mi cabeza.
Ademas pense que seria una suerte de Revancha 2 con Mel gibson 15 años más grande. Y como todos los segundos intentos comerciales suelen ser de mediocres a malos, desisti definitivamente.
El otro dia una amiga me la recomendo y ahora que leo tu blog, la cosa cambio y me dispongo a ir a verla. Y por sobre todo me alertaste que el director es Martin Campbell, quien creo yo hizo un trabajo excelente en Casino Royal. Tornando al personaje de James Bond real!.
Saludos, El Candy
Hola Pablo!
ResponderEliminarbueno, al menos si la película de Mel Gibson entretiene, pues ni tan mal... Creo que llevaba 8 años sin rodar como actor, ha estado muy ocupado con labores de dirección.
Slds!
Estimado amigo. Estaríamos realmente complacidos en que participaras junto a la comunidad cine-fila en el Festival Directed By4. Mas información en: http://directedby4.blogspot.com/
ResponderEliminarEy ¿donde esta el cuentito? ¿borraste la entrada? Lo quiero leer!!!
ResponderEliminarYa se viene ;) esperaré a que termine la semana de la acción... disculpen la demora.
ResponderEliminarTengo bastantes ganas de ver esta película y tu reseña me ha animado aún más. Solo me queda esperar a que llegue a las salas de cine de mi país.
ResponderEliminarSaludos.
Totalmente de acuerdo contigo. Un thriller sublime con un Gibson espléndido, que ya en su comienzo, con esos cadáveres flotando en el lago y la posterior presentación del personaje principal, muy pausada y calmada, da a entender que estamos ante un filme con toques clásicos. En su contra está el hecho de que los espectadores esperaran otro filme de acción al uso de su protagonista, lo cual se ha notado en las pobres recaudaciones en taquilla. Y Martin Campbell se empieza a coronar como un eficiente director de acción que gana con los años. Casino Royale fue, sencillamente, perfecta a mi entender.
ResponderEliminarEn esta si difiero de tu opinión. La encontré bastante lenta y predecible, aún cuando las (pocas) secuencias de acción están bien armadas.
ResponderEliminarParece ser que Mel Gibson no puede hacer otra clase de papeles de buena manera y lo triste es que su punto más alto lo alcanzó hace mucho, del lado serio con Payback y del lado divertido con las primeras dos entregas de Lethal Weapon.
Para mi era un 5.5 al que le daría el 6 solo estando de un humor muy complaciente.
¡Saludos!
Yo comparto la opinion de alberto, creo que un 8 exagera mucho la pelicula. Si bien no es un filme que pueda catalogar de malo, tampoco es una pelicula que haya salido del cine dicien "wow estuvo genial". ALgo lenta, como bien se menciono predecible y con ciertos ripios en el guion que no me concordaban.
ResponderEliminarPor otro lado eso como medio gore que tienen los filmes de gibson ultimamente me agrada.. mostrar buenos efectos, sorprender y hasta asustar derrepente en algunas escenas.
Mi nota es un 5