Mi documental "A Fanatic By Choice"

viernes, 31 de diciembre de 2010

The social network

Título: The social network
Dirección: David Fincher
Guión: Aaron Sorkin y Ben Mezrich (libro)
Género: Biografía, Drama, Historia
Duración: 120 minutos
Orígen: Estados Unidos
Año: 2010
Reparto: Jesse Eisenberg, Rooney Mara, Andrew Garfield, Justin Timberlake, etc.


Oportunismo virtuoso

El fenómeno Facebook se ha apoderado de las masas en cualquier rincón del universo, y toda esa vorágine le da un rédito a un señorito que la pensó bien y sacó provecho. Tal es el caso de Mark Zuckerberg, el creador de la red social más utilizada en estos días (y el billonario más joven del mundo). ¿Qué hizo, básicamente, este tal Zuckerberg? Tal parece que "robó" una idea (no se sabe a ciencia cierta) de unos colegas en Harvard, y con esto fue tomando distintas cosas de las redes sociales ya en uso (My Space, Fotolog, Youtube, etc), para llevarlas todas a un sólo lugar así los cómodos usuarios no tendrían que hacer el único ejercicio corporal que les quedaba frente a la pc: mover el mouse con el brazo y la mano.

Por otra parte tenemos a David Fincher, un inteligente director que supo deleitarnos con opus como Se7en (1995), Fight Club (1999), Zodiac (2007) y el reciente The curious case of Benjamin Button (2008). ¿Qué hizo, básicamente, este tal Fincher? Tomó la idea de un libro que resumía la interesante historia de cómo se gestó la ya mencionada red social, algo que -sin faltarle el respeto al director- lo pudo haber hecho cualquiera.

¿Qué hay en común entre Fincher y Zuckerberg? Que ambos sacaron provecho de una idea que la pudo tener cualquiera. ¿Qué tienen en común Fincher y Zuckerberg? Que sólo a ellos les podía salir tan bien.
En resumen, ¿Qué hay en común entre Fincher y Zuckerberg? The social network (2010), una película gélida, rigurosa y virtuosa por donde se la mire, que ilustra radiográficamente no sólo la historia de cómo se formó el Facebook, sino cómo éste llegó como objeto definitivo de la necesidad de comunicación de una sociedad hambrienta de cruzar fronteras, límites y retroalimentar una globalización despiadadamente productiva.

Todo eso logrado con matices infinitos, que van desde una dirección magistral, una banda sonora excelente, fotografía bellísima y, principalmente, un reparto que lleva la trama más allá del cine y hace que la pantalla sea una ventana que, mediante la fuerza de un guión cargado de elocuencia, la teletransporte al mundo del documental. Porque The social network, de haber sido un documental, hubiera sido un bodrio con mayúsculas. Pero no, Fincher le dio su toque de director que sabe lo que quiere y logró una película hecha y derecha.

The social network es un film hecho con rigor. El sentido categórico de la expresión de sus actores nos remonta al más sofisticado de los dramaturgos del teatro realista de principios del Siglo XX. Y en esto Jesse Eisenberg (sí, el muchacho que competía con Michael Cera por quién le pone más cara de nada a un personaje) se lleva todos los laureles. La frialdad con la que éste interpreta a Mark Zuckerberg es tal que divaga sola por el sendero más sencillo a la emotividad. Eisenberg hace del billonario más joven del mundo un hombre común, así como Fincher hace de la historia de Facebook una dulce anécdota universitaria, casi como una travesura que se fue de las manos y pasa de comedia juvenil a thriller judicial. Pasaje turbio del que el director de The Game (1997) y Panic Room (2002) sabe cómo caer bien parado.

A la calidad del reparto agrégenle la frescura y credibilidad en los papeles secundarios de Andrew Garfield y Justin Timberlake, éste último interpretando al avispado creador de Napster. Ambos, junto con el resto de los actores -la mayoría muy correctos en sus interpretaciones- cierran un círculo casi perfecto que recrea la historia tal y como pareciera que fue (aunque el propio Zuckerberg haya salido a poner en tela de juicio esto último).

Si bien todo esto no hace más que ensalzar la película, cabe advertir que no a todos les podrá llegar una historia con tantas contrariedades y jaques a principios, así como tampoco el ritmo tan austero del que goza. The social network es un film violento con el espectador: remata la premisa en la retina y el cerebro con la misma facilidad con que el Facebook se metió en el imaginario social de esta generación. Difícil escapar de las garras de un mecanismo comunicacional tan tramposa y efectivamente pensado, así como también es difícil no quedar agradecido con Fincher por esta pieza de oportunismo virtuoso llevado al celuloide.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Críticas de "Lula...", "Paco...", "Rompecabezas" y "Saw 7"

Esta semana traemos, a modo de regreso, cuatro títulos interesantes que, salvando el último, son todos de los pagos sudamericanos. Desde la candidata de Brasil al Oscar, pasando por una pinturita franco-argentina que gustó en Berlinale, un bodrio maquillado sobre la droga que "extermina" a la clase baja (pero contado para el gusto de la masa, olvídense de un documental bien preparado y con respeto al tema), y finalmente, el final (valga la redundancia) de una saga que ya le estaba empezando a pisar los talones a la franquicia de Jason, sólo que con el doble de hemoglobina.
Haciendo clic en las imágenes de los pósters de cada película pueden acceder a los artículos con las correspondientes reseñas. Buen fin de semana para todos.




Saw 7

Título: Saw 3D
Dirección: Kevin Greutert
Guión: Patrick Melton y Marcus Dunstan
Género: Crimen, Horror, Misterio
Duración: 90 minutos
Orígen: Canadá, Estados Unidos
Año: 2010
Reparto: Tobin Bell, Costas Mandylor, Betsy Russell, Cary Elwes, etc.


El círculo se cerró


Finalmente llega a su fin una historia que venía cansando a más de uno, pero que los que nos hicimos adeptos logramos quedar cautivados con una trama que se abrió en ramificaciones y secuelas que no hacían más que seguir manchando de hemoglobina una pantalla que ahora encima se prestó al formato 3D.

Saw 7, o Saw 3D, se sigue inscribiendo en el género de thriller o policial ya alejado de aquel 'horror' que fue ver esa genialidad de la primera parte. Y de ésta se vale mucho esta última secuela, pero no vamos a contar nada.

Lo cierto es que muchos se quejaron de la vuelta de tuerca final, que era muy predecible, pero la verdad que resulta curioso como la mayoría de los que dicen eso son los sinvida que se la pasan ideando finales para sus ídolos en pseudo-foros. Una vez dicho esto, queda aceptar que si bien se podía imaginar que las cosas sucederían así, resultó gratificante que ese "círculo" al que hacían referencia en Saw 6 se haya cerrado tan perfectamente, sin dejar ningún cabo suelto.

Ahora, no vamos a tocar la cuestión ética que muchos huecos aluden, ya que sabemos de lo que estamos hablando y sabemos a qué estamos entrando cuando compramos la entrada para un film de horror y sangre agranel como lo es la saga de Jigsaw y sus trampitas macabras. Por cierto, este último se ha vuelto un personaje clásico, que nada tiene que envidiarle a Hannibal, Freddy, Jason, Scream, etc.

En cuanto a la cuestión ética que mencionamos, cabe remarcar que el final de la historia es una bofetada a ese estilo de mostrar los "juegos": el juego final, el definitivo, resulta el más macabro, doloroso y tortuoso de todos en la saga entera... y no corre ni correrá una sola gota de sangre por ello. Un cierre a la altura, que significa la decisión estética y moral de una franquicia que se metió en la retina de todos desde aquel doctor que se cortó la pierna para ser libre. Saw siempre se prestará a esa confusa e incómoda reflexión sobre los valores que defiende el villano moralista: apreciar la vida, aún si eso implica la muerte.

El final de la saga de Saw resulta satisfactorio, si cabe esa expresión entre tanto sufrimiento de los personajes (siempre, tenganlo en cuenta aquellos adictos al realismo como si este fuera el único cine legitimado, dentro de la FICCIÓN). Los guionistas lograron cubrir las expectativas, y ahora dejan en el recuerdo (y las cuentas bancarias) un legado de cine tipo clase B que logró atraer aficionados y dar esos buenos momentos que el terror como género supo dar en sus buenas épocas.


Rompecabezas

Título: Rompecabezas
Dirección: Natalia Smirnoff
Guión: Natalia Smirnoff
Género: Drama
Duración: 87 minutos
Orígen: Argentina, Francia
Año: 2010
Reparto: María Onetto, Arturo Goetz, Gabriel Goity


Armando la vida

Una costumbre tan atractiva como lo es armar rompecabezas no dejó a nadie indiferente alguna vez en la vida. Tal es el caso de María del Carmen (genial, María Onetto), quien desarrolla un extraño hobbie con este juego y logra hacer un dúo con Roberto (también muy bien, Arturo Goetz), lo cual -contra todos los pronósticos- cambiará su vida, más allá de su marido (otro que lo hace bien, Gabriel Goity), sus hijos y su rol como ama de casa.

Vale la pena reconstruir una especie de storyline para esta peli porque no todos lograron dar con ella, y realmente hay que ver este mapa de costumbres porteñas, tan de barrio, que se entrecruzan con los poco habituales rincones de una ciudad que se descubre así misma sólo porque, como dijo Le Corbusier en su venida, "le dan la espalda" a su espejo mayor, el Río de la Plata.

Rompecabezas, ópera prima de Natalia Smirnoff que fue recibida cálidamente en Berlinale, es un relato costumbrista, con paisajes de ciudad intimistas y una construcción de los personajes que hacen a uno recordar que todavía existe el cine de las cuatro paredes, ese cine concebido de la experiencia del teatro que Woody Allen reivindica con su fría pero genial reciente filmografía.

La cámara en mano de Smirnoff con los planos cortos, y esa fotografía tan cuidada, hacen que uno se sienta parte de una historia que se abre camino paulatinamente mientras marca un ritmo parsimonioso y bello, que se contrasta con la familia tan ruidosa que se presenta en la gloriosa introducción con la fiesta de cumpleaños. Así también lo vive la protagonista, que un día se encuentra armando su vida (todo un símbolo obvio pero acertado por parte de la realizadora) y dándose cuenta que el amor está hecho en piezas y la enseñanza familiar se costruye también desde afuera y no sólo con lo que se mama en el hogar.

Los mails, los celulares, estos medios se intentan colar en una historia casi figurativa y anacrónica, que de no ser por estos indicios estaría estancada en circunstancias de tiempo y espacio bastante ambiguas, y por ende confusas. Pero no, Smirnoff introduce estos detalles también en situaciones de crisis matrimonial, haciendo referencia a la globalización y las costumbres con unos contrastes admirablemente concebidos.

El ritmo puede que sea aletargado, lo cual alejará a algunos, pero no por eso hay que ignorar una cinta que se vale por una mirada muy "de acá". Ahora, otra cuestión es lo llamativo que resulta el tratamiento tan femenino del film. Rompecabezas es eso, un film femenino. De hecho, el 70% del equipo de trabajo está conformado por mujeres, lo cual reafirma esto que apuntamos.

Si bien tendrá sus ratos de decaimiento en la trama, y puede que una vez más nuestro cine muestre señales de que no se dejará de aferrar nunca al costumbrismo, Rompecabezas es una película que no hay que dejar de ver por su tratamiento estético, su mirada y su reflexión final, cuando la vida se muestra como un círculo que siempre busca cerrarse, nos guste o no.


Paco, la punta del iceberg

Título: Paco, la punta del iceberg
Dirección: Diego Rafecas
Guión: Diego Rafecas
Género: Drama
Duración: 128 minutos
Orígen: Argentina
Año: 2010
Reparto: Tomás Fonzi, Norma Aleandro, Esther Goris, Romina Ricci, Luis Luque, Sofia Gala, etc.


Exterminio de un mensaje

Esta película la ví en el marco del "24 hs de cine" de la Biblioteca Popular de Posadas. Debo decir que quedé impresionado por el impacto que logró en la gente una película tan manipuladora y tan maniqueísta como ésta.

Cuenta la historia de un grupo de rehabilitación de drog... de paco. Para los lectores de otros países, el paco es la droga con la que se mata en Argentina a la clase baja, producto de un sistema que banca el narcotráfico y que vende incluso lo que se rasca de las ollas de las cocinas de cocaína. Así es este país. OK, hasta acá todo bien (o no), pero algunos alegan que esta peli no es de las que se puedan criticar porque tiene un intento de concientización como el que hay en su mensaje (si me permiten, tan soso). Pero lo cierto es que muchos críticos especializados apuntan -con fundamentos- que como es una ficción (mal hecha encima) y no un documental (lo que hubiese sido ideal teniendo en cuenta que el director fue víctima de las drogas en su juventud y tenía miles de testimonios en los que apoyarse), hay una decisión estética, por lo tanto, dispuesta a devoluciones.

Pasando a la trama en sí de Paco..., cabe aclarar que hay una cosa que no se le puede retrucar, y es la banda sonora, compuesta por Babasónicos, Pity Alvarez y otras bandas del rock argentino que se prestaron a musicalizar este intento de melodrama social.
Ahora, lo que se cuenta, para atrás. Primero que nada, la selección de actores tan pop (sin contar, por supuesto, a LA actriz que es Norma Aleando) fue uno de los errores principales que se cometieron para encarar semejante compuesto de historias cruzadas que realmente poco tienen que ver con lo que se suele leer en los diarios y demás medios de "comunicación" argentinos (lo cual también tiene su grado de baja credibilidad, pero así de vendados vivimos en este hermoso país) acerca del tema.

Los realizadores la pensaron bien cuando decidieron contarlo de una manera tan hollywoodense, con explosiones, avasallamiento de flashbacks -insoportables-, y un ritmo melodramático realmente admirable. Pero las cosas no se hacen así: eso es engañar al público. Y con esto remarcamos en la totalmente inverosímil historia del hijo de la senadora, con narcotráfico intercontinental incluído (¿llevamos el paco a África? ¿símbolo de igualdad de condiciones socio-económicas? ¿intento banal de burlar al sistema de seguridad y prevención del narcotráfico?), o la conversación telefónica entre dos senadores contando que se puede combatir el narcotráfico pero "bajando a uno estás haciendo que aparezcan otros" y una sucesión de estúpidas reflexiones pensadas para estúpidos (más bien, subestimando al espectador, lo cual es más insultante) que serían como sacar la mano por la pantalla y pegar con moco la idea en la frente del que se sentó en la sala a ver el film.

Es larga, muy larga, lo cual es otro ítem en contra. Y el desenlace, generando problemas internos para hacer una implosión en un guión que no necesitaba un detonador para implosionar por sí sólo la grasa que le corre por las venas, otro más.

Paco, la punta del iceberg (2009), logró conmover al público con el que compartí la proyección (¡tuvieron que hacer un receso para que muchos se repongan! ¡habían mujeres que no paraban de llorar! ¿¿??), pero si lo hace es porque es manipulador, maniqueísta, copioso del mainstream, maleducado y maleducador. Un golpe bajo, sin dar más vueltas, con un reparto que patina de lo lindo por culpa de un guión hecho para menores de 8 años y una dirección que rebosa intenciones industriales e intentos de atraco a la taquilla (que según tengo entendido, no lo logró hasta la llegada al dvd).

Si quieren verlo, que sea a conciencia, y como ejemplo de manipulación. No habría que permitir que el público ATP al que el sistema cinematográfico acostumbró a bombardear con basura y lata norteamericana consuma también el producto de aquellos que por estos pagos sólo hacen "cine" con esos fines. A ese público hay que proteger con realizaciones con un mensaje, y no con dobles intenciones. Totalmente reprobable, aunque enganche como lo hace.


jueves, 16 de diciembre de 2010

Lula, o filho do Brasil

Título: Lula, o filho do Brasil
Dirección: Fábio Barreto y Marcelo Santiago
Guión: Fernando Bonassi, Denise Paraná y Daniel Tendler
Género: Drama
Duración: 130 minutos
Orígen: Brasil
Año: 2010
Reparto: Rui Ricardo Diaz, Glória Pires, Juliana Baroni, Cléo Pires, Marcos Cesana, etc.


El hijo pródigo

Lo más sensato que servidor ha visto en mucho tiempo en materia de biopics. No hay ni propaganda, ni oficialismo, ni idealismos. Es más, hasta hay ambigüedad, y eso está bien. Al comenzar la cinta tenemos el desfile de algunas marcas que la patrocinan; éste es el ejemplo de esa ambigüedad que hablamos, ya que la mayoría de esas marcas apoyó el golpe de estado brasileño contra el que luchó el protagonista en la vida real. En todo el metraje no hay exhaltaciones dice qué patrióticas, así como tampoco hay momentos hollywoodenses en los que los que dirigen propuestas de este tipo de géneros suelen caer reventándose las narices contra el suelo.

Allí está Lula, el ex-presidente de Brasil. Ese Brasil que lo ve con un 80% de imágen positiva. Ese Brasil que lo reeligió. Según Fábio Barreto y Marcelo Santiago, Lula es el hijo de Brasil. Un hombre que sorteó dificultades -como todos- pero que siempre se mantuvo fiel a sus pensamientos (comunistas, o no comunistas, industriales, o no industriales).
No obstante, la figura protagonista de la historia no es Lula en sí, sino su madre, interpretada cálidamente por Glória Pires. Ahí se justifica tamaño título para el film: la vida del ex mandatario brasilero no tendría el efecto que tuvo, sin la convicción de servir a la patria como siempre lo hizo con su madre, imagen de resitencia, fortaleza, trabajo y honra. Pires se roba la pantalla por encima del novato Rui Ricardo Diaz.

La película pasa bien, a pesar de su duración de 130 minutos (lo cual suena algo excesivo). El guión alude a algunos lugares comunes, pero eso no quita que la historia esté bien contada. Pasa sin mayores logros que el del lucimiento de los actores, y la escena del discurso en el estadio, por lejos la mejor.

Lula: o filho do Brasil es un biopic de esos que se encuentran en la televisión un sábado a la tarde, y te enganchan hasta el final. No sólo porque la historia del hombre que esperó tres candidaturas para llegar al sillón presidencial sea cautivante, sino porque los directores la hacen amena. Recomendable, pero sin pretensiones.

Seguimos con más...

Después de un período en que lamentablemente debí estar inactivo, regreso con nuevos bríos. No crean que no ví películas; al contrario, ví bastantes (aunque me quedan pendientes algunas de las que están en boca de todos, pero ya llegará su momento). Por ahora, queda decir "Aquí estamos otra vez", o como dirían los presentadores de televisión después de la pausa comercial: "Seguimos con maasss deee.... El blog de Pablo Martínez!!". En fin, hay mucho sobre qué escribir y comentar, empezando por dos cintas de terror que colmaron la bendita taquilla, y dos thrillers que más vale que los vean porque sino se perdieron de mucho. Entre otras cosas...

Se viene, también, la temporada de premios. Ya se saben los nominados de los Globos de Oro, y más o menos la crítica estadounidense está monopoliz... perdón, está dando a entender quién es de su agrado y quién no.

Bueno, aquí comenzamos entonces, el camino a... lo que sea que venga de ahora en más. Espero cumplir con sus expectativas, y, si no las tienen, generarlas.

Saludos cordiales.

PM

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